Yo por lo menos, siempre me guío por el "según el sapo, la pedrada". Para quién es, en qué técnica, en cuánto tiempo, viendo el material, etc. Pero aún si descuento todas esas variables, la realidad es que no sé cuánto vale mi trabajo.
Esta es una propuesta de precios hecha por el sitio Los Ilustradores en México, me parece que es una buena, aunque cándida idea. Ahora, si tan sólo pudiéramos ponernos de acuerdo para instaurarla realmente. Ora sí, chin-chin el que se raje y se rebaje!

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